Mi Historia
Desesperación
Son las 8 de la mañana. No puedo estar más en casa. Hay tanto por hacer que no sé ni por dónde empezar. Salgo de casa ya cansado. Ufff, solo pensar en lo que me espera me ha costado hasta levantarme.
Voy conduciendo y, al entrar por la puerta del negocio, no recuerdo ni cómo llegué allí. Mi cabeza está en el siguiente problema. No disfruto de nada del presente. El fin de semana he estado ausente en mi casa, solo intentando no pensar. Dormir es un lujo que ya no tengo.
Tengo una lista de cosas por hacer y, además, la peor lista del mundo: la lista de lo que tengo que pagar antes del viernes. No sé de dónde voy a sacar el dinero.
Aún queda una hora hasta que llegue el primero, y aquí a todo el mundo le da igual. Nadie se preocupa. Tengo la sensación de que mi negocio se tambalea. El dinero se me escurre entre los dedos. Es como querer atrapar arena de playa; cuanto más aprietas, más se escapa.
A perseverar no me gana nadie, pero esto es un barco a la deriva, con un capitán que es timonel, controla los motores y hasta de marinero hace. Me dicen que debo delegar. ¿El qué? ¿Con quién?
Ya comienza a llegar la gente a la empresa. Solo mirando mi cara saben que va a ser un día largo. A mí tampoco me gustaría trabajar para alguien como yo.
Es el momento de pedir ayuda.
Realidad
Ese fue el momento en que decidí cambiar. Pedí ayuda y comencé a trabajar en una estrategia clara y personalizada que me permitió no solo salvar mi negocio, sino transformarlo en una empresa próspera y sostenible. Aprendí a delegar, a enfocar mis esfuerzos en lo que realmente importa y a disfrutar del presente mientras construía un futuro sólido.
Bonito sueño.
Te hubiera gustado que fuera así. A mí también me gustan los finales felices. No fue ni parecido. Yo solo lo intenté arreglar.
Cuanto más lo intentaba, más me daba cuenta de que lo único que hacía bien era llevar el barco a tormentas más severas. No era posible, yo había llegado hasta donde estaba. Vendía bien y todo parecía idílico cuando comencé. No entendía nada.
Y se hundió el barco.
Y caí.
Y me hundí.
Sólo el fondo frenó mi caída.
Transformación
Lo bueno que tiene el fondo es que puedes darte cuenta, ponerte de pie e impulsarte hacia arriba. Y así lo hice. Fueron dos años de volver a mis orígenes y hacer una lista de todo lo que había hecho mal y aprender lo que más pudiera de cada error. Surgió todo lo que debería haber aprendido antes de volver a intentarlo.
Han pasado 14 años desde entonces. Sí, pasa rápido. Aún recuerdo ¡Pero que sólo me sentía en aquellos momentos! Aún me dan escalofríos recordar esas mañanas.
Estos 14 años los he pasado ayudando a gente como era yo (al Andrés que ahora admiro por no haber tirado la toalla y que tanto odiaba) a salir adelante, a no dejarse llevar al fondo.
Muchos proyectos, muchos emprendedores y empresarios, y muchas horas de estudio para conseguir mi propósito: salvar al mayor número de emprendedores y empresarios de esas situaciones por las que yo pasé.
Me he convertido en la persona que debería haber encontrado cuando estaba desesperado. Ese navegante que me hubiera ayudado a que mi barco navegara como siempre había soñado.
Ahora quien soy
Hoy soy Andrés Mulas, y mi misión es ayudarte a no equivocarte como lo hice yo. Con mi experiencia, conocimiento y estrategia, ayudo a empresarios como tú a superar los desafíos del mercado, optimizar su rentabilidad y asegurar un crecimiento sostenible.
'Tu visión, mi misión' no es solo mi slogan; es una promesa de mi compromiso contigo y con tus objetivos. Entiendo que el tiempo es tu recurso más valioso y que, como líder, tus responsabilidades son muchas y variadas.
Mis servicios están diseñados para ser efectivos y eficientes, permitiéndote centrarte en lo que realmente importa mientras yo me ocupo de fortalecer los cimientos de tu empresa.
Con mi ayuda, estarás equipado para tomar decisiones informadas y estratégicas que propulsen tu negocio hacia adelante. Vamos a empezar hoy.
¿Te interesa recuperar tu rumbo y hacer que tu empresa navegue hacia el éxito por el que tanto has trabajado?
Si necesitas saber cómo, házmelo saber. Estoy aquí para ayudarte a transformar tu visión en realidad.
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